Vicky
Sigue lloviendo. Son las tres de la mañana y estoy sentada en mi cama dudando de que hacer. Loca o no, algo está pasando aquí y creo que puedo saber qué es. Enciendo la luz de mi mesilla y cojo el libro. A simple vista parece normal, un libro muy antiguo pues está desgastado y que por el título parece de fantasía y huele ha aburrido. “Crónicas de un sueño”. Por favor… ¿quién escribiría esto? Miro el reverso y me sorprendo a no encontrar autor. Lo ojeo delicadamente pues es viejo y como es un libro de biblioteca no me gustaría romperlo y luego llevarme la bronca del tío ese. Puesto que el título no me atraía demasiado, decido leerme la última página del libro.

“El poder de la mente es más de lo que los humanos creemos.”

Solo me salen dos palabras: qué ridículo. Esto parece un relato de un aficionado intentando imitar a Tolkien o Lewis, solo que con un final más trágico. Si esto se llevare a una película de cine, no creo que durara mucho. Aún así, tengo ganas de reírme un rato. Me pongo en la primera página y comienzo a leer el relato. El libro empieza: “Una fría mañana me despierto en un prado verde…”
Ya el principio me aburre. Sé que debería leerme al menos unos cuantos párrafos, pero paso. Mañana por la mañana en cuanto me levante devuelvo el libro, no quiero tenerlo más en mis manos. Sea lo que fuere el tipo de atracción que sentía hacia él deben ser imaginaciones mías. Aún así giro la hoja, pues de nuevo esa extraña fuerza me impulsa a hacerlo. No puede ser… ¡Está toda en blanco! Paso página por página buscando señas de tinta, o palabras… nada. Todas las hojas que antes había visto escritas están ahora en blanco…
Decido dejar el libro e intentar dormirme de nuevo. Esto ya comienza a asustarme, y me vuelvo a decir a mi misma que son imaginaciones mías, que el estar sola me está empezando a volver loca. Me cuesta un poco dormirme de nuevo, pero termino por hacerlo.

<< Hace bastante frío aquí y mi cama está más dura de lo normal… espera un momento, esto no es mi cama. Esto es… hierba, hierba húmeda, pero ¿dónde estoy? Miro a mí alrededor y me doy cuenta de que esto no es mi cuarto. No veo mi escritorio, mi armario, mi ordenador… no hay nada de eso. En su lugar solo hay árboles, hierba y más hierba. Está todo muy oscuro y no veo nada, aunque a lo lejos parece que comience a amanecer. Supongo que serán las cinco o seis de la mañana. Pero lo que me preocupa es por qué estoy aquí y no en mi cama durmiendo como debería estar haciendo. Me pongo en pie poco a poco y me doy cuenta que tengo el costado mojado por el rocío que cubre la hierba en la cual estaba tumbada, por lo cual ahora tengo aún más frío. Me empieza a doler la cabeza. Inspecciono un poco el lugar, y me doy cuenta que estoy en una especie de prado. A pesar de la oscuridad que inunda el lugar, los primeros rayos de sol que asoman me permiten apenas diferenciar lo que parece un verde y frondoso bosque. Verde y frondoso bosque… bosque frondoso y verde y criaturas de fábula. Eso es lo que había escrito en la primera página del dichoso libro. Si ya estoy viendo el bosque… no, eso es ridículo. No creo que vayan a aparecer criaturas de fábula. De todas formas, estando aquí en medio no me da mucha seguridad. Quizás esté soñando. No es la primera vez que sueño con algo o alguien que he visto en una película, o incluso algo que he leído. Pero que yo recuerde, nunca he razonado en sueños. Mi vestimenta es extraña, como de las películas de la edad media. Llevo un vestido, y en la parte de arriba como un corsé de cuero. Debajo del corsé y por los brazos a modo de media manga llevo lo que parece ser una cota de malla. Voy vestida como si fuese a combatir en una guerra o algo parecido, pero no llevo ninguna especie de arma. Ni espada, ni arco. Ni… no me sé más armas. Ahora es cuando ya sí que me empiezo a preocupar. Esto no parece un sueño pero no le encuentro explicación alguna a como he llegado hasta aquí. Decido dejar de razonar y continúo andando. Penetro dentro del bosque, aunque no sé si es menos seguro que el prado. Aquí me puedo ocultar detrás de los árboles o esconderme de cualquier peligro, pero si ahora me aparecen criaturas de fábula, de poco me va a servir. Prefiero no pensar y continuar andando.

<< No sé cuantas horas llevo andando. Ahora el sol está bien alto, por lo cual supongo que serán las once o doce del medio día. Sigo dentro del bosque y la cabeza me sigue doliendo. Creo que me he perdido porque no encuentro salida alguna. De pronto escucho como sonidos metálicos y relinches. Caballeros y caballos. Me escondo como puedo detrás de un tronco caído. Llegan al mismo lugar en el que estoy, pero no me atrevo a mirar por si me descubren.

- Es aquí, huele a humano. Así que debe de estar por aquí escondido.
- ¿Seguro que no confundes el olor de los soldados con el del intruso?
- Estoy seguro.
- De acuerdo. ¡Soldados! Poneros a buscar.

Silencio. No entiendo nada de lo que está pasando, pero creo que el “intruso” soy yo. Decido hacerme la dormida por si acaso me descubren, no crean que estaba haciendo lo que se supone que he hecho. Yo no creo haber hecho nada malo, ni si quera sé porque estoy aquí.

Decido comenzar mi plan de hacerme la dormida. Intento no hacer ruido al recostarme, pero al estar sentada encima de cortezas secas de árbol, se oye un fuerte crujido. Rápidamente me tumbo y espero que se crean que el ruido lo he hecho mientras dormía. No han tardado en darse cuenta de dónde estaba. Noto como todos vienen hacia mí.

- Aquí está. Despertadla y llevadla al castillo. Creo que el príncipe se alegrará de verla. Además que debería visitarla ese viejo loco que se hace llamar médico, la brecha que tiene en la cabeza no tiene muy buena pinta.
- ¿La llevamos primero ante el príncipe o al viejo loco, general?
- Ante el príncipe, y que sea él quien decida qué hacer con ella.

Con razón me dolía tanto la cabeza, parece ser que tengo una herida y no con muy buena pinta. ¿Cómo me la he hecho? No tengo ni idea. Ahora tengo que pensar cómo reaccionar.
Por la poca conversación que han mantenido, parece ser que no me quieran hacer daño ahora, pues han hablado de un viejo loco que se hace llamar médico. Eso ya no me da tanta seguridad y cuando también pienso que han dicho que depende de lo que diga el príncipe ese ya sí que no me siento segura.
1 Response
  1. Anónimo Says:

    ay que bueno tu blog!!!
    me parece que se porque estan en blanco las paginas del libro!!
    me encanto!!
    subi pronto que me quede con la intriga de quien es el principe!!
    besos


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